Una ligadura de trompas es el proceso en el cual se cortan o bloquean las trompas de Falopio para evitar el embarazo, y esto es una forma de anticoncepción permanente. Más adelante en la vida, muchas mujeres pueden cambiar de parecer en cuanto a aumentar su familia, y la reversión de la ligadura de las trompas puede permitirle concebir de nuevo.
La inseminación intrauterina (IUI) consiste en colocar espermatozoides saludables directamente en el útero cerca de un óvulo maduro durante la ovulación. La IUI reduce la distancia que los espermatozoides deben recorrer para alcanzar el óvulo, lo que mejora las probabilidades de fecundación. La IUI algunas veces puede lograrse sin necesidad de medicamentos que inducen la ovulación, y el procedimiento no invasivo por lo general es el primer método que sugerimos para tratar una infertilidad sin explicación y la infertilidad masculina leve. Además, es el procedimiento estándar para la inseminación artificial si necesita que le donen esperma para concebir un hijo.
La fecundación in vitro (IVF) es un proceso complejo que consiste de varios procedimientos que nos permiten fecundar sus óvulos maduros fuera del cuerpo, y luego cultivar los embriones (óvulos fecundados) antes de transferirlos de vuelta al útero. La IVF ofrece una impresionante lista de beneficios que incluyen la confirmación de una fecundación normal y el desarrollo del embrión. Durante un procedimiento de IVF podemos utilizar sus óvulos y el esperma de su pareja, o esperma y óvulos de donantes, si fuera necesario. Esta se recomienda a menudo después de que varios otros tratamientos para la infertilidad han fallado. Además, es posible hacer pruebas a los embriones en busca de anormalidades genéticas a través de la detección genética de preimplantación (PGS) y la prueba de diagnóstico genético de preimplantación (PGD).
La transferencia de embriones involucra el proceso de IVF en el que los embriones se seleccionan y transfieren al útero. Los embriones comienzan a desarrollarse en el Laboratorio de Fertilidad del Centro, y por lo general se transfieren al útero en el día tres o el cinco. Nuestro centro tiene elevadas tasas de éxito para ambos tipos de transferencia.
Después de fecundar óvulos maduros con espermatozoides saludables, los embriones se cultivan en una incubadora (generalmente por tres días) antes de transferirlos al útero de la madre. Un blastocisto se describe como un embrión que ha madurado por cinco o seis días después de la fecundación, que se dividió en muchas más células para el momento en que se transfiere. Al usar embriones más maduros, la transferencia de un blastocisto tiene más probabilidades de implantarse en el revestimiento del útero, lo cual significa un aumento en las probabilidades de embarazo.
A medida que una mujer envejece, las membranas que rodean a sus embriones, conocidas como la zona translúcida, se hacen más gruesas. Para que un embrión crezca y madure en un feto, primero debe implantarse en el revestimiento del útero. Antes de que ocurra la implantación, el embrión deberá soltarse o “eclosionar” de la zona translúcida. La eclosión asistida con láser consiste en el uso de un microláser para crear una parte débil en la zona antes de la transferencia al útero, lo que hace más fácil que el embrión emerja.
Ya que la IVF necesita que se produzca una gran cantidad de óvulos maduros durante la ovulación, es posible que deba considerar congelar los embriones que maduren en blastocistos pero que no se seleccionen para transferirlos. Si elige concebir un hijo en el futuro, una transferencia de embriones congelados (FET) ofrece los beneficios de los embriones que son más jóvenes que los óvulos que actualmente produce. La FET también permite a los pacientes saltar los primeros pasos del proceso de IVF, sin contar la recolección de óvulos y esperma, y fecundar los óvulos en el laboratorio.
Fecundar un óvulo maduro durante un tratamiento de IVF se logra a menudo cuando se combinan el esperma con los óvulos y se dejan incubar durante la noche. La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es un método alternativo usado durante la fase de fecundación de un procedimiento de IVF. Si el análisis de semen de la pareja masculina sugiere un bajo recuento de espermatozoides u otros factores de infertilidad relacionados, entonces la ICSI puede facilitar la fecundación al inyectar directamente un solo espermatozoide saludable en cada óvulo maduro.
